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Cada 4 de diciembre se celebra a los profesionales que llenaron desde tiempos inmemoriales cada rincón de las calles con mensajes que nos incentivaban a comprar un producto o adquirir un servicio, a quienes empezaron a evolucionar la manera de vender para empezar a conquistar y sorprender.

Este día tuvo su origen en Argentina, en 1936, año en el que se celebró un Congreso de Publicidad, que tenía como objetivo promover la enseñanza de la materia en ese país. El evento fue impulsado por la Asociación Jefes de Propaganda y tuvo tal repercusión que este se intaló como el Día Internacional de la Publicidad, recordando aquel primer encuentro como el nacimiento del espíritu de cooperación y dignificación de la actividad publicitaria.

La publicidad es una disciplina que tiene alta preponderancia desde su aparición, pero que hoy en día encuentra mayores y más efectivos canalaes para llevarse a cabo, incluso se proyecta que es una industria que valdrá 31 millones de dólares al 2021, solo en latinoamérica; demostrando de esta manera que es un eje económico importante a nivel mundial, dejando de ser opcional para convertirse en un elemento indispensable.

Este es un día para conmemorar a cada uno de los precursores de este arte en crecimiento y evolución, que está a la constante vanguardia de los cambios tecnológicos, culturales y sociales, buscando enamorar a los usuarios, convenciéndolos a través de medios creativos de que lo que ellos ofrecen es lo mejor que puedes tener.

Lo decía Don Draper en MadMen, “la publicidad es sobre la felicidad”, transmitir en cada espacio que se nos otorgue la magia y la creatividad que transporte a los consumidores a su lugar de plena calma y felicidad. Lograrlo no es tarea sencilla, requiere de investigación, imaginación, pero sobre todo, mucha disciplina.

El trabajo del publicista no termina cuando expone su pieza y el cliente la acepta, su trabajo es transversal a toda una campaña, que debe ser construida con base en el cliente, en lo que quiere y necesita; su trabajo se ve reflejado constantemente en los resultados que esa idea genera, para evaluar si replantea o repotencia su estrategia.

A pesar de existan muchas maneras de realizar publicidad y algunas personas, sin estudios en esta disciplina, mencionen que pueden hacerlo, hay que reconocer que es una ciencia que merece ser estudiada y tratada como profesión que requiere, para su desenvolvimiento, de profesionales.

El crecimiento de canales para realizar publicidad no quiere decir que todos podamos hacerlo, ubicar mensajes en medios estratégicos requiere de conocimiento técnico y práctico, por lo que este trabajo debería estar en manos de quienes dedicaron su tiempo y corazón a enamorarse de esta profesión, que debería ser reconocida y valorada como tal.

Estos profesionales suelen trabajar de manera independiente o en agencias y a veces, en el mejor de los casos, están destinados solo a un producto o servicio dentro del área de marketing de la empresa, puesto que tomó mayor importancia al notar que contar con un buen sistema publicitario no solo incrementa las ventas, sino también la reputación de la marca, velando por su estrategia y posicionamiento. Esto ha sufrido de constantes transformaciones, empezando por lo digital sin dejar de lado lo offline, lo cual requiere centrar la atención en varios canales a la vez, enfocando acciones en la naturaleza de cada uno.

El publicista, de la mano con una estrategia de marketing bien elaborada, logrará que cualquier empresario alcance el éxito, asesorándolo de manera constante para garantizar los resultados que tanto espera, por más pequeño que sea su negocio. Teniendo en cuenta que la imagen que la publicidad crea no es inventada o construida a conveniencia, tiene que ser reflejo de lo que la empresa realmente es, generando coherencia entre lo que se ve y se hace, asociando valores reales.

Un buen publicista, quien merezca un “feliz día” hoy debe tener curiosidad e interés por la investigación, conociendo métodos cuantitativos y cualitativos; además debe ser persuasivo por naturaleza, con ideas que no sean obvias, sino creativas, que permitan crear relaciones con los usuarios a partir de un entendimiento de los mismos.

Hoy es el día de quienes nos atrevemos a llenar de creatividad las calles y los dispositivos, creando una experiencia única en cada momento y lugar, hoy estamos de fiesta y con orgullo podemos decir ¡feliz día de la publicidad!